Entrevista a Decio Machado, experto en geopolítica y
director ejecutivo de la Fundación ALDHEA.
Groen Guerrero Magazine
¿Cuál es tu
valoración del XIX Congreso del Partido Comunista chino?
Básicamente
hemos asistimos al reforzamiento del poder omnímodo del presidente de la República
Popular de China, Xi Jinping, quien durante su gestión anterior ya se había
encargado de anular cualquier posibilidad de incidencia de facciones rivales en la postulación de miembros en los órganos de dirección del PCCh. De esta manera Xi concentra aún los poderes en torno a su persona y mantiene la lógica de formentar el
culto a su persona.
El
reconocimiento por parte de la burocracia china de sus tesis sobre el
socialismo chino con características particulares para una nueva era, lo cual
ha pasado a formar parte del fundamento ideológico del partido más grande del
mundo, posiciona su figura al mismo nivel que la de líderes históricos como Mao
o Deng.
Tal
y como ha quedado compuesto el Comité Permanente del Buró Político del PCCh, verdadero centro de poder en China, es
muy posible que asistamos a su reelección para un tercer período en 2022. Esto sería algo
inédito en la historia del partido desde el fallecimiento de Deng Xiaoping
en febrero de 1997.
¿Cuáles son los aspectos políticos más
importantes a reseñar durante el dicho Congreso?
Asistimos
a un congreso marcado por la continuidad política en lo que ha sido la gestión
de la burocracia china durante estos últimos cinco años. Se mantendrán las
lógicas de paulatina apertura de la economía china bajo control del partido, se seguirá
apostando por el desarrollo interno de nuevas tecnologías y la innovación en
materia productiva y militar, así como se impulsaran lentas reformas destinadas
a volver a atraer capitales hacia el gigante asiático. En este sentido es
importante reseñar que la Inversión Extranjera Directa que llega a China es
cada vez menor en relación al PIB del país, un porcentaje que se ha reducido a
mitad en los últimos veinte años.
Desde tu punto de vista ¿cuáles son las
causas de que se haya ralentizado el crecimiento de la economía china?
Al
igual que muchas otras economías emergentes, aunque en este caso de forma
sobredimensionada, China prosperó de manera clásica. Se construyeron carreteras
para unir las fábricas a las instalaciones portuarias, se desarrollaron redes
de telecomunicaciones buscando conectar unos centros de negocios con otros y se ofrecieron
mejores remuneraciones en fábricas urbanas para su histórico campesinado. Sin
embargo, hace años ya que la economía china alcanzó su punto de inflexión. La
mano de obra procedente de las zonas rurales ya no es tan disponible como
antaño y en empleo en fábricas alcanzó su máxima capacidad, de igual manera la
inversión en infraestructura ya es muy considerable, a la par que la tendencia
demográfica se ha invertido y ahora el Estado tiene que afrontar un reto para
ellos insólito, la necesidad de cubrir dignamente las necesidades de su clase
social pensionista.
El
camino más probable para la China actual es el que siguió Japón a principios de
la década de 1970, cuando su economía aún en auge desde el fin de la Segunda
Gran Guerra se ralentizó sustancialmente pero continuó creciendo a un ritmo
respetable. Hablamos de algo natural en cualquier economía “milagro”. China
puede ser Japón tres décadas más tarde y diez veces más grande, lo cual como
podemos apreciar en la actualidad tiene serias implicaciones para la economía
global.
¿Ha sido beneficioso el crecimiento chino
para el conjunto del planeta?
Digamos
que el fin del ciclo de crecimiento chino en dos dígitos conlleva un análisis
aun muy embrionario por parte de los académicos expertos en materia de
desarrollo. En todo caso, me atrevo a afirmar que sin el desarrollo chino y sus implicaciones en materia comercial
con el Sur Global no se habría asistido al nivel de reducción de la pobreza que
hemos vivido durante la primera década y media de este siglo, pero por otro
lado, la capacidad de fagocitación china de los recursos naturales globales ha sido también motor de la aceleración de las amenazas
de destrucción ambiental y calentamiento global en las que estamos inmersos.
¿Es estable la economía china?
Buscar
la estabilidad de su economía nacional es uno de los ejes principales abordados
en este último congreso del PCCh. Dando respuesta a tu pregunta, considero que la economía
china es relativamente estable, ha mostrado signos de reconducción positiva
durante la gestión de Xi Jinping, sin embargo es una realidad que existe el
riesgo de que pueda estallar una burbuja crediticia e inmobiliaria.
Mientras los préstamos sigan acelerándose más que el PIB, es difícil afirmar
que la economía china haya establecido una verdadera base para la estabilidad
financiera.
Más
allá de la planificación del Estado, el alto endeudamiento privado que enfrenta
China es un grave problema, aunque se vea amortiguado por el hecho de que éste
se desarrolle en su propia moneda. Cabe señalar que la “banca en la sombra”
existente en China, más de seis bancos subterráneos que operan en los
trasfondos de la economía oficial y de los cuales es imposible disponer de
balances, suponen un volumen de riesgo cinco veces superior al que tenía
Estados Unidos antes de la crisis subprime.
Xi Jinping expuso en su discurso inaugural que
durante los últimos cinco años, esos coincidentes con su mandato al frente del PCCh, 60
millones de personas salieron de la pobreza. ¿Cuál es tu opinión?
Los
ingresos per cápita de la población china están actualmente por encima de los 8.000 dólares
y en progresión ascendente. Comparado con otros países que alto crecimiento
económico como la India, el desarrollo chino ha permitido un nivel de mejoras
económicas y sociales muy importante para su población. Sin embargo, lo que Xi
no dijo en su conferencia es que el 1 por ciento de la población china controla
un tercio de la riqueza nacional mientras el 25 por ciento más humilde tan sólo
suma el 1 por ciento de esta riqueza. En pocas palabras, China es uno de los
países más desiguales del planeta, lo cual pese al control político e
informativo del PCCh sobre su población, significará a la postre un problema de
desestabilización política.
Para terminar, ¿cómo ves el nuevo rol de
China en el ámbito global?
Tras
criticar solapadamente el nuevo aislacionismo propuesto por Donald Trump para
los Estados Unidos, Xi en este congreso llamó textualmente a que China “tome el
control del escenario mundial”. Esto en los países latinoamericanos ya es un
hecho, dado que el nivel de inversiones chinas en el subcontinente se ha
incrementado durante estos más de cuatro años ya de gestión presidencial de Xi
Jinping. Los créditos atados provenientes del gigante asiático están
significando también un alto nivel de implicación de empresas chinas en las
economías nacionales latinoamericanas, hecho sobre el cual no voy a hacer una valoración en este momento.
Pero
más allá de nuestra realidad local, es evidente que durante estos últimos cinco
años ha habido cambios importantes respecto al papel de China en el concierto
internacional. China ha pasado a liderar, al menos de palabra, la lucha
internacional contra el cambio climático; es en estos momentos el mayor
defensor planetario de la globalización económico capitalista; está
reconfigurando el orden global y los espacios de atracción de inversiones a
través del mega proyecto Nueva Ruta de la Seda y ha creado el Banco Asiático de
Inversiones en Infraestructuras para remodelar el viejo orden internacional
sostenido tras la Segunda Guerra Mundial bajo la batuta de la instituciones de
Bretton Woods. Estamos ante un nuevo mundo donde la visión del poder global conlleva ojos rasgados.
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