jueves, 30 de septiembre de 2010

El pueblo resiste en las calles de Quito el amotinamiento policial



Decio Machado // Quito

Amargo amanecer tuvimos el 30 de septiembre, cuando a las ocho de la mañana se amotinaban varios cuarteles de la Policía Nacional en el país.

La excusa de los uniformados para amotinarse fue que sentían perder privilegios consecuencia de la nueva Ley del Servicio Público que se discutía en la Asamblea Nacional.

El eje central de la sublevación se dio en Quito, y en concreto en el Regimiento Nº 1, el cuartel más importante de la ciudad y donde se ubica a su vez, las instalaciones del Grupo de Operaciones Especiales (GOE).

El Presidente Rafael Correa tardó muy poco desde que tuvo conocimiento de los amotinamientos en personarse en el cuartel sublevado de Quito. Allá se presentó acompañado por el ministro del Interior Gustavo Jalk y por el ministro de Comunicación, Fernando Alvarado; el secretario nacional de la Administración Pública, Vinicio Alvarado, y por su secretario Galo Mora. Los tres tuvieron que abandonar los entornos del cuartel ante la agresividad de los policías, quienes les arrojaron piedras y palos, quedando solo en el interior el presidente Correa y su ministro del Interior. La escolta del presidente tampoco defendió al presidente, quien fue zarandeado y golpeado en el interior del cuartel.

Paralelamente, la policía amotinada se tomaba también el aeropuerto de Quito y el Guayaquil, las dos pistas principales de recepción y salida de personas en el Ecuador. Las informaciones son confusas en este momento, sin embargo en las zonas universitarias se pudo visualizar como las organizaciones juveniles de la extrema derecha y sorprendentemente de la organización maoísta Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), quien responde políticamente al partido Movimiento Democrático Popular (MPD), están en la práctica colaborando con el golpe de Estado.

El ejército ecuatoriano ha manifestado públicamente su apoyo al régimen constitucional, sin embargo no se les ve en la calle, y están en operaciones entorno al acuartelamiento policial sublevado.

Una cara ha sido muy visible en Quito durante todo el día de hoy, el abogado Pablo Guerrero, vinculado a Lucio Gutiérrez, dirigente principal del Partido Sociedad Patriótica, quien fue presidente del Ecuador desde primeros del 2003 hasta el 20 de abril de 2005, cuando las movilizaciones populares le forzaron a abandonar el país. Pablo Guerrero estuvo presente en el cuartel del Regimiento Nº 1 y esta tarde también fue visto en la toma por parte de policías vestidos de civil y sectores vinculados al Opus Dei de la televisión pública Ecuador TV.

A la hora en que se escribe este artículo, las 19,25 h. de la tarde en Ecuador, el presidente Rafael Correa sigue secuestrado por la policía nacional en el Hospital Metropolitano de Quito, situado enfrente del acuartelamiento sublevado.

De igual manera, la Policía Nacional sacó a los asambleístas de Alianza PAIS (partido gubernamental) de la Asamblea Nacional. En el interior del recinto se mantienen los asambleístas de la oposición conservadora.

Miles de ecuatorianos se manifiestan por todo el país a favor del presidente constitucional. La calle de acceso al hospital es desde hace horas un campo de batalla entre la población civil desarmada y la Policía Nacional que está disparando botes de humo, gas mostaza y según algunas fuentes, incluso han existido disparos de bala.

Bajo el “Grito de Quito no te ahueves”, “Uh Ah, Correa no se va”, y “De aquí no nos vamos sin nuestro Presidente”, la población civil resiste en la calle de acceso al Hospital Metropolitano a pesar de las envestidas de los policías sublevados. De igual manera miles de personas están concentradas la Plaza Grande, frente al Palacio Presidencial.

Las noticias en este momento indican que el presidente Correa está a punto de ser llevado de vuelta al Palacio de Carondolet. De confirmarse esto, el golpe de Estado ha fracasado y el pueblo del Ecuador y su presidente legítimamente elegido ha ganado esta batalla contra la barbarie.