Hacemos un recorrido por la campaña presidencial colombiana -salpicada por los “falsos positivos”, la parapolítica, el narco y la guerra-, así como por principales candidatos
Diagonal, 29 de abril de 2010
A pesar de todos los intentos del presidente Álvaro Uribe, no consiguió obtener la habilitación de la Corte para volver a presentarse a las elecciones del 30 de mayo y reelegirse para su tercer mandato. Impedido de celebrar un triunfo que tenía asegurado, las últimas encuestas le dan un 70% de apoyo, Uribe nombró a su controvertido ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, para sucederlo en la presidencia.
Junto a Santos, compiten en esta campaña la “partidocracia” clásica colombiana (Partido Conservador y Partido Liberal), aunque en esta ocasión, una organización de corte nuevo, el Partido Verde, la llamada popularmente “marea verde”, tiene serias posibilidades de ocupar el sillón presidencial en la Casa de Nariño.
Santos, el ala dura del uribismo
El candidato uribista, Juan Manuel Santos, ha sido fundamental para implementar la política de “seguridad democrática” diseñada por Uribe y los logros en el campo militar que se han tenido en los últimos años frente a las FARC.
Santos, envalentonado por un triunfo que preveía fácil, abandonó a mediados de mayo del año pasado el ministerio de Defensa con la finalidad de ser el candidato uribista en estas elecciones. Las elecciones legislativas del 14 de marzo, le daban la razón, la coalición uribista, fundamentalmente la alianza Partido de la U de Uribe y el Partido Conservador, barrió tanto en el Senado y Congreso. En Colombia, muchos analistas y medios de comunicación hablaban de que Juan Manuel Santos sería el presidente de Colombia sin necesidad de balotage (segunda vuelta).
Para sorpresa del uribista, el pasado 14 de abril, surge un inesperado acuerdo político entorno a dos ex alcaldes, Antanas Mockus, que fue alcalde de Bogotá, y Sergio Fajardo, quien lo fue de Medellín. La alianza entre ellos ha dado pie a que una campaña electoral que se preveía muy aburrida se anime en medio de una “fiesta verde” del Partido Verde que nadie esperaba.
Aun así, Santos es el aspirante oficialista, goza del apoyo de Uribe y corre sólo en esta primera vuelta, dato que el otro gran partido de la coalición de gobierno, el Partido Conservador, presenta candidata propia, Naomí Sanín.
A pesar de que Santos sea el candidato del Partido de la U, ha tenido fricciones importantes con Uribe, consecuencia de las declaraciones públicas del candidato recomendándole que proceda de inmediato con la disolución del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, servicio secreto colombiano) consecuencia de su corrupción interna y su tesis con respecto a la “seguridad preventiva”, con la que Santos se justifica así por el conflicto diplomático y la amenaza de guerra con Venezuela y el bombardeo de marzo del 2008 de un campamento clandestino de las FARC en territorio ecuatoriano que conllevó ruptura de relaciones diplomáticas. En plena campaña, Santos declaró que “se sentía muy orgulloso” de haber protagonizado el bombardeo en territorio ecuatoriano que acabó con la vida de entre otros, Raúl Reyes, olvidando que Uribe había pedido perdón a la comunidad internacional por este hecho.
Santos genera problemas
En el 2007, el líder paramilitar Salvatore Mancuso declaró en una audiencia que Santos en 1997 había planeado derrocar al entonces presidente Ernesto Samper. Mancuso también dio datos sobre las vinculaciones del vicepresidente y Juan Manuel Santos con los grupos paramilitares. Uribe tuvo que aparecer públicamente a apoyar a sus ministros y amigos.
Ya iniciada la campaña, Mancuso ha vuelto de denunciar esto a través de un teleconferencia desde la cárcel de Washington, donde está desde el 2008, cuando el gobierno colombiano lo extraditó a los EEUU. Según Mancuso, Santos fue a los campamentos de los paramilitares para pedir respaldo al golpe contra Samper, y reunirse con el que en aquel momento era el líder máximo de los “paras”, Carlos Castaño.
Paralelamente, el fiscal general ha puesto en marcha un investigación y ordenes de captura sobre media docena de agentes del DAS, consecuencia de intercepciones telefónicas y de correos electrónicos a opositores, periodistas, jueces, militares y funcionarios. El actual director del DAS es cuota política de Juan Manuel Santos.
Consultado el ex presidente César Gaviria se limitó a decir: “estamos viendo lo que sucede cuando la inteligencia de un Estado está en manos de criminales y la convierten en una policía política”.
La “marea verde” de Mockus y Fajardo
Mockus ha subido diariamente en los sondeos y ya está igualado con Santos, dejando a la líder conservadora Naomí Sanín en el tercer puesto.
Para el analista Juan Felipe Cardona, “Mockus y Fajardo representan la nueva política”. Por eso suben, pero a su vez, el Partido Verde “no cuentan con el aparato necesario y tienen poca presencia en los ámbitos rurales”.
Lo cierto es que la preocupación es tan grande por parte de Santos y Uribe, que el mismo presidente ha salido a confrontar con Mockus. “Aquellos que nunca combatieron al terrorismo, a la guerrilla, al paramilitarismo, ni en sus ciudades ni en el país, ahora se presentan como las candidaturas de los independientes y de los honestos”, dijo Uribe sobre Mockus, en una emisora local.
Marcela Prieto, directora del Instituto de Ciencias Políticas Hernán Echavarría Olózaga, nos indicó que Uribe “está incurriendo en un delito al pronunciarse a favor y en contra de una campaña”, cuestionando a su vez el porqué que las autoridades electorales no se hayan pronunciado aún.
Para el ex magistrado Carlos Gaviria, miembro del Polo Democrático Alternativo, la opción Mockus no es una alternativa al uribismo: “Cuando se crea un mito en torno a una persona, es a la leyenda y no a la persona a la que se remiten todos sus hechos. Como la leyenda que se inventó es impecable, la persona no puede equivocarse. Entonces, no se confrontan sus opiniones, sino que se aceptan sin crítica”, y prosigue “existe una gran distancia entre el Polo y Mockus. Nosotros consideramos que es necesario un cambio de modelo económico en Colombia, dado que el actual ha permitido un crecimiento de la riqueza muy significativo, pero no ha generado empleos ni reducido la brecha entre ricos y pobres”.
¿Desapareció la izquierda en Colombia?
Gustavo Petro registra en torno al 5% de intención de voto. Así, se hace improbable que el Polo Democrático Alternativo consiga los 2.7 millones de votos que obtuvo en 2006 cuando el candidato era el ex magistrado Carlos Gaviria.
Según Carlos Gaviria, “el partido perdió en estos cuatro años lo que ganó en la pasada contienda presidencial. En ese momento, a pesar de ser un partido de izquierda, logró conquistar una buena parte del centro democrático. Ahora, muchos de esos votos van a ir a parar al Partido Verde y por tanto a Mockus”. Otros miembros del Polo nos indican: “Mockus es una farsa mediática, no denunció el Acuerdo militar con los EEUU, no denunció la violación de soberanía de Ecuador, y no ha abierto sobre el conflicto con Venezuela, pero que tipo de cambio puede encarnar…”.
Los llamados de unidad
Ante el riesgo de que Santos por sí mismo no gane las elecciones, Álvaro Uribe solicitó públicamente a los 90 congresistas de la coalición de gobierno que busquen una fórmula para ir unidos a la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 30 de mayo próximo.
De igual manera, sectores pro uribistas del Partido Conservador acusan a su candidata de estar distanciándose de Juan Manuel Santos, y haciendo aproximaciones a Antanas Mockus.
El uribismo está movimiento los resortes de cara a la recomposición de su coalición con el Partido Conservador y otros partidos más pequeños, siendo conscientes que la alianza Mockus y Fajardo y los apoyos que reciban del antiuribistas en la segunda vuelta, pueden sorprendentemente dejar fuera de la Casa de Nariño.
Juan Manuel Santos / Partido de la U
Pertenece a una de las familias más poderosas e influyentes de Colombia, que además es dueña del diario El Tiempo, el principal periódico de la nación. Desde hace muchos años, Santos ha estado siempre en espacios de poder: ocupó la cartera de Defensa con Álvaro Uribe, Hacienda con Andrés Pastrana y Comercio Exterior con César Gaviria. Su hermano Francisco, en la actualidad funge como Vicepresidente de la República.
Políticamente ha evolucionado desde posiciones socialdemócratas liberales como “La Tercera Vía” hasta posiciones mucho más conservadoras y reaccionarias. Bajo su gestión, Uribe ha obtenidos logros importantes en su política de guerra, dejando a tras, 7.000 desaparecidos, bombardeo de territorio ecuatoriano para matar de Raúl Reyes y los “falsos positivos”
Cuadros de pie de página:
Antanas Mockus / Partido Verde
Hijo de inmigrantes lituanos, este excéntrico académico, fue alcalde de Bogotá en dos ocasiones (1995-1997 y 2001-2003). En su gestión, redujo en un 40% la tasa de homicidios, saneó en parte las finanzas, introdujo el presupuesto participativo y mejoró la calidad de la educación, salud e infraestructura
Noemí Sanín / Partido Conservador
Fue ministra de Comunicaciones en el gobierno de Belisario Betancourt, cuando en 1985 el M-19 ocupó el Palacio de Justicia en una acción guerrillera, ordenó televisar un partido de futbol en lugar de la crisis política. Ha sido embajadora en Venezuela, España y Reino Unido, y canciller con César Gaviria
Rafael Pardo / Partido Liberal
Ocupó cargos públicos durante los gobiernos de Virgilio Barco y César Gaviria, siendo ministro de Defensa con este último. Fue nombrado Consejero Presidencial para la Paz, lo que hizo que guiarse los procesos de paz con el M-19, EPL, PRT y Movimiento Quintín Lame. Participó también en los procesos de Paz de Guatemala
Gustavo Petro / Polo Democrático Alternativo
Fue senador de 1991 a 1994 y de 1998 a 2006, destacándose por su valentía en denunciar las complicidades entre paramilitares, militares y gobierno, así como las violaciones de Derechos Humanos y la corrupción. Estuvo dos años en la cárcel, donde fue torturado, por ser miembro del grupo guerrillero M-19
Germán Vargas Lleras / Cambio Radical
Desde 1994, ha sido cuatro veces elegido para el Senado colombiano. Preside uno de los partidos con más nexos e implicaciones con los paramilitares, teniendo varios miembros expulsados o privados de libertad por los procesos de la parapolítica. Ha sido editor y director del Semanario Nueva Frontera
No hay comentarios:
Publicar un comentario