viernes, 17 de agosto de 2018

Decio Machado: “Ecuador vive una ruptura respecto a su posicionamiento geopolítico durante la última década”

Nippon Hoso Kyokai / NHK 本放送協会
Televisión Pública de Japón

Ante la próxima visita del presidente ecuatoriano Lenín Moreno a Tokio, la Corporación Radiodifusora de Japón entrevista al experto en geopolítica latinoamericana Decio Machado con quien realizamos un breve análisis de las relaciones internacionales de Ecuador con Asia.

¿En su opinión, cuál es el principal objetivo de ese viaje presidencial a Japón? 

Ecuador ha recibido desde hace años un gran apoyo en materia de tecnología, ayuda reembolsable y no reembolsable por parte de Japón. Uno de los factores de importancia para Ecuador en este viaje del presidente Moreno a Japón es consolidar aún más estas relaciones de cooperación. Sin embargo y más allá de lo anterior, el objetivo fundamental del Ecuador en este momento está enmarcado en el ámbito del intercambio económico, comercial e inversiones que puedan llegar fundamentalmente en materia energética. Ecuador busca inversión extranjera directa a lo largo y ancho del planeta para superar una coyuntura económica heredada del anterior gobierno que dejó a las arcas del Estado sin liquidez.

¿Ese viaje es parte de una política de apertura comercial de Ecuador en relación a Asia? ¿Un acercamiento con Japón puede prejudicar las relaciones con China?

A contramano de lo que está sucediendo a nivel global, donde Estados Unidos está perdiendo el liderazgo a escala mundial y China se ha convertido en el defensor del multilateralismo, Ecuador está inmerso en este momento en un proceso de aperturismo económico que mira a los países occidentales y en general a todos aquellos que han sido históricamente aliados geopolíticos de Estados Unidos. 

En todo caso y en este marco de contradicciones Ecuador está pendiente la suscripción de un acuerdo bilateral de inversiones con Japón cuya negociación arrancará en breve y que es  considerado como una prioridad estratégica para nuestro país.

No considero que este renovado acercamiento de Ecuador con Japón genere un problema respecto a las relaciones sino-ecuatorianas. Pese a las diferencias entre Japón y China respecto a cuestiones relacionadas con el Mar del Sur de China y la concentración militar china en el Mar Oriental en torno a las disputadas Islas Senkaku, el gigante asiático se ha mostrado hasta el momento bastante pragmático en el marco de sus intereses nacionales respecto a sus relaciones con Ecuador. 

Ecuador exporta a China básicamente petróleo y ahora se ha expandido el sector camarón y el banano, siendo muy limitada otras exportaciones provenientes del sector agrícola; por su parte Ecuador compra una inmensidad de bienes manufacturados chinos. En pocas palabras, la relación China vs Ecuador es un claro ejemplo del modelo de relaciones asimétricas que China ha desarrollado durante las últimas décadas en América Latina y un exponente importante de la falta de inteligencia estratégica de nuestra política comercial. Mientras esto siga así, dudo que China manifieste ningún problema respecto a su relación con Ecuador más allá de como fluyan las relaciones con Japón.

¿Por qué Japón puede ser un socio importante a Ecuador? ¿Qué esos dos países se pueden ofrecer?

Japón es el quinto importador más grande en el mundo pese a que estas importaciones hayan decrecido en los últimos años. Al Ecuador le interesa exportar a Japón minerales y productos alimenticios, lo cual sería un reto para este país pues el mercado nipón exige niveles y estándares de calidad bastante importantes y seriedad en términos de aprovisionamiento. Japón es un mercado confiable que paga bien, y eso siempre es importante para los países del sur global. En este sentido, Japón ya es el principal mercado internacional para el brócoli ecuatoriano y acogió en la última feria Foodex Japan 2018, la mayor feria de alimentos de Asía y que se realizó el pasado mes de marzo de Makuari, a 12 empresas ecuatorianas. Por ahí se van trabajando nuevas lineas de entrada de productos ecuatorianos en Japón, tales como el cacao o los chifles de banano y maduro, por poner tan solo dos ejemplos.

En paralelo, la industria japonesa demuestra valores importantes en materia de calidad, innovación y tecnología, elementos muy necesarios en Ecuador. En la actualidad los principales productos japoneses que se importan en el país están relacionados con el sector automotriz, las importaciones de vehículos japonés en Ecuador alcanzaron la cifra de 100 millones de dólares el pasado año, pero podrían desarrollarse otros sectores tales como computadoras, maquinaría eléctrica, aparatos óptico médicos e incluso industria naviera con su correspondiente transferencia en materia de conocimiento y tecnológica, algo muy importante en estos momentos para el Ecuador.

¿Usted cree que Ecuador tiene interese en participar de grandes acuerdos comerciales con Asia o va a invertir en acuerdos bilaterales con países específicos?

Soy bastante crítico respecto a la inteligencia estratégica demostrada por Ecuador en los últimos años en materia de relaciones internacionales, diversificación productiva y de exportaciones. En la actualidad y más allá de valoraciones políticas al respecto, el país ha planteando una ruptura respecto a su posicionamiento geopolítico durante la década anterior, planteándose ahora su integración a la Alianza del Pacífico. En esta alianza está próxima la incorporación como países asociados de Singapur, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, lo cual implica también la integración automática de nuevas fuentes económicas del litoral asiático del Pacífico. Esto implicará la apertura del país de forma indirecta a importantes mercados del Asia-Pacífico mediante acuerdos de doble tributación para dinamizar las inversiones recíprocas, el intercambio comercial de servicios y tecnología. Que esto se haga de forma adecuada por parte del gobierno ecuatoriano rompiendo las históricas asimetrías latinoamericanas en el ámbito de una inserción inteligente en el sistema mundo es lo que está por verse.

¿Se puede decir que hubo un cambio en la política exterior de Ecuador con Lenín Moreno? Hay ejemplos de ese cambio?

Si, en efecto hay un cambio de rumbo en la política exterior ecuatoriana que se plasma en los cambios de titular en la Cartera del Ministerio de Asuntos Exteriores y la hoja de ruta trazada por el Ministerio de Comercio Exterior durante este último año. El ejemplo más evidente de esto se visualiza en que Ecuador ha trazado una nueva política en el ámbito de las relaciones internacionales con Estados Unidos, tanto en materia económica, diplomacia y política de defensa. Entender esta realidad implica entender también el cambio de ciclo político que se ha dado durante estos últimos años en América Latina, donde el proyectos de integración regional ha fracasado y la hegemonía política progresista terminó tras los cambios de gobierno en Argentina y Brasil.

¿Cuál es el peso de las inversiones chinas en la economía de Ecuador (en relación a los temas de inversiones y préstamos extranjeros, infraestructura, energía y exportación de commodities)? Qué consecuencias esa relación puede traer para Ecuador?

China y Ecuador son socios estratégicos en materia comercial. El volumen global comercial bilateral entre ambos países superó los cuatro mil millones de dólares en 2017. Dentro del mercado ecuatoriano hay más de 90 empresas chinas que operan en áreas de recursos naturales, carreteras y construcción de infraestructuras. Los principales proyectos emblemáticos, muchos de ellos están siendo hoy auditados por irregularidades en materia de contratación pública, han sido desarrollados por empresas chinas con financiamiento también chino. Tras Estados Unidos, la República Popular China es el segundo mayor proveedor de bienes en Ecuador, con un monto de importaciones de 2.426 millones de dólares, es decir, el 15,5% del total de las importaciones ecuatorianas realizadas en 2016. Sin embargo, esta relación comercial es altamente asimétrica, pues en ese mismo período Ecuador exportó productos a China por tan solo 659 millones de dólares, lo que equivale apenas al 4% del total de exportaciones ecuatorianas, siendo además productos carentes de valor agregado.

Lo anterior no es una singularidad ecuatoriana, China hoy es el primero o segundo socio comercial mas importante de la mayoría de los países latinoamericanos, dándose esas asimetrías a las que hacía referencia de manera más o menos similar en el conjunto de la región. Incluso en países como México, donde su nivel de penetración comercial china era inferior, la realidad hoy esta cambiando debido a la nueva política aislacionista estadounidense.

Las condiciones impuestas por los bancos de desarrollo e inversión chinos, especialmente el Exim Bank, han  significado que las empresas contratadas para el desarrollo de infraestructuras en Ecuador hayan sido básicamente chinas y que los equipos a comprar en muchos casos también hayan venido de dicho país. Todo ello sin transferencia de conocimiento y tecnología. 


El gobierno ecuatoriano priorizó la rapidez y la cuantía de los créditos por encima de factores de costo a medio y largo plazo, tales como impactos económicos locales y ambientales. Las consecuencias son evidentes y se enmarcan en la generación de una nueva dependencia económica que conllevó incluso a que se hipotecarán recursos naturales, específicamente petróleo, incluso antes de que este fuese extraído del subsuelo mediante operaciones de venta anticipadas por parte de la empresa estatal de crudo ecuatoriana.