viernes, 2 de abril de 2021

La administración Biden inaugura su política internacional manifestando su voluntad de volver al multilateralismo

 


Por Decio Machado / Editor de Ecuador Today

En el informe sobre derechos humanos que realiza anualmente Estados Unidos, cuya última edición fue publicada el pasado 30 de marzo, se sitúa como elementos destacados de crítica el “genocidio de los uigures” en China y la persecución a los disidentes políticos en Rusia, entre otros abusos.

Este informe del Departamento de Estado en el cual se analiza la situación de los derechos humanos en casi 200 países, pone énfasis en que durante el último año se han producido “casos de genocidio y crímenes contra la humanidad, predominantemente contra los uigures musulmanes y otros grupos étnicos y religiosos minoritarios en Xinjiang». En el documento se dice que hay “mas de dos millones de uigures sometidos a programas diarios de reeducación”, a los que se suman un millón más que están en campos de internamiento extrajudiciales. De igual manera, el informe estadounidense recoge los casos de cuatro periodistas chinos desaparecidos que informaron sobre los primeros casos de Covid-19 en Wuhan, así como el acoso policial y censura sobre un grupo de académicos que también cuestionaron la narrativa oficial de dicho gobierno respecto a la pandemia.

En la presentación pública de dicho informe, Antony Blinken, actual secretario de Estado de la administración Biden, subrayó que muchos gobierno han utilizado la crisis del coronavirus como “pretexto para restringir los derechos y consolidar actuaciones autoritarias”. 

Respecto a Rusia, el informe destaca la situación en la que se encuentra el opositor Alexéi Navalni, encarcelado a su vuelta al país tras ser tratado por el envenenamiento con novichok (agente nervioso que también fue empleado en un ataque en Reino Unido contra el exespía ruso Sergei Skripal en marzo de 2018) en Alemania. Según el vocero de la política exterior estadounidenses, habría “informes creíbles” en los cuales se evidencia la mano oculta del Servicio de Seguridad Federal ruso tras este atentado.

Más allá de a sus dos principales geopolíticos, el informe también se refiere con dureza respecto al gobierno de Aleksandr Lukashenko, Bielorrusia, denunciando arrestos arbitrarios, palizas y violencia de múltiples tipos contra manifestantes opositores. Define a Bielorrusia como “un Estado autoritario” y señala una larga lista de violaciones a los derechos humanos realizadas con impunidad durante este último período.

El informe utiliza el término “ocupado” para definir la situación en la que se encuentran los territorios de Cisjordania, la Franja de Gaza, los Altos del Golán y Jerusalén Este, lo cual es una novedad respecto a las publicaciones anteriores realizadas durante la era Trump.

Los contenidos del informe sintonizan con la posición que Blinken lleva manifestando desde hace semanas atrás respecto a que el gobierno de Joe Biden piensa mantener como uno de los ejes fundamentales de su política exterior el cuestionamiento y censura a las “violaciones de los derechos humanos donde sea que se produzcan y sin importar quienes sean los responsables”.

En su debut ante Naciones Unidas el pasado 29 de marzo, el alto funcionario estadounidense manifestó la voluntad de su país en restablecer un renovado compromiso con esta organización, entendiéndola como “el ancla del sistema multilateral” e indicando que “ese sistema multilateral es de vital importancia para Estados Unidos”.


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